Los hechos ocurridos en los recientes días son emblemáticos, no sólo por su inmediatez: paralización de actividades laborales, educativas y sociales; sino, también, por lo que se espera de ellos, asumiendo, claro está, que no existen intereses ocultos o tras bambalinas de dichas manifestaciones.
Aquellas manifestaciones que se han evidenciado en televisión, radio, redes sociales, vividas o sufridas para algunos, son entendidas y asumidas como una consecuencia lógica y, por lo tanto, no inesperada ante una serie de eventos que apuntan hacia un tipo de descontento, en este caso: social-económico.
Sin embargo, he aquí una contradicción, en medio de aquellas voces alzadas, comparsas, consignas y pancartas, algunas más precisas que otras, surge un caos, surge la oportunidad, para algunos, de tomar fácilmente lo que se debe ganar, de demostrar cierto tipo de rencor y odio o, sencillamente, de satisfacer deseos de destruir.
Es aquella búsqueda de desestabilizar el así llamado “establishment”, para simplemente sustituirlo por otro, en medio de una vorágine de ansias de poder, a partir de una búsqueda justa de reconciliación de los intereses sociales, políticos y económicos, entre el individuo y la sociedad civil, en que éste es parte y causa. He aquí en que es determinante delimitar un punto de inflexión, colocar el adecuado acento y tono a lo que ocurre: no resulta propicio apoyar de ninguna manera ese caos destructor, aprovechador, mezquino, egoísta, ni mucho menos siquiera insinuar que ese es el camino correcto o, en todo caso, el camino que lleve a buen término no sólo la concreción de lo manifestado, y solicitado inicialmente, sino, también, darle el adecuado valor al así llamado Vox Populi.
Además, es imprescindible hacer un llamado al diálogo entre todas y cada una de las partes que componen a la República de Chile y que impere, necesariamente, la fuerza de la razón. De igual manera un llamado a la tolerancia, al adecuado uso del arte de escuchar, de saber colocarse en la posición del otro; ya que, Chile no sólo está compuesto por un grupo que intenta aprovecharse, sino que por todos los que en él habitan, se desarrollan y aportan su grano al engrandecimiento de esta continua faja de tierra, que emerge en el desierto y termina en los hielos.
Fraternalmente,
M:. S:. H:. Víctor Andrés Mena Álamos, 33° 66° – 90° 95° 97°
Gran Hierofante y Facilitador General de la G:. O:. R:. E:. M:. M:.
Gran Maestro del G:. O:. S:. Ch:.
M:. I:. y P:. H:. Patricio Abraham Faunes Salas, 33° 66°
Soberano Gran Comendador
Supremo Consejo de SS:. GG:. II:. GG:. del Grado 33°